"Intentar explicar a cualquier persona que un hombre que acaba de ser declarado culpable de un asesinato sigue libre es muy difícil". Esta reflexión la hacía María Isabel Posse en el vestíbulo de la Audiencia Provincial de Pontevedra justo después de conocer el veredicto que declaraba al guardia civil Jaime Maiz culpable del asesinato de su hermana, María Luz Posse, al dispararle en la cabeza con su arma reglamentaria cuando la víctima, que era su ex pareja, iba a denunciarlo por acoso en el cuartel de la Guardia Civil de Cambados en diciembre de 2007.

Isabel hablaba "satisfecha" por el resultado del juicio pero casi segura de que, pese a la contundente decisión del jurado, que abre la puerta a una condena de hasta 20 años de cárcel, el verdugo de su hermana no iba a pasar la noche entre rejas. Y así ocurrió. Tras finalizar el juicio, la magistrada de la Sección Segunda de la Audiencia ordenó una inmediata vista para estudiar la imposición de nuevas medidas cautelares sobre el acusado, como solicitaban la fiscal y la acusación particular.

Maiz quedó en libertad provisional por un error judicial hace seis meses al no prorrogarse su situación de prisión provisional. Tras ser declarado culpable, la acusación particular solicitó en esta vista posterior al juicio que se ordenase su ingreso en A Lama al considerar que el veredicto, que aboca al acusado a una larga condena por asesinato, multiplica el riesgo de fuga. No obstante, eran conscientes de que, debido al anterior error judicial que lo dejó en libertad, es difícil que un juez pueda revocar esta decisión hasta que haya sentencia sobre este caso, algo que previsiblemente ocurrirá en unos días. Al menos hasta entonces, Maiz seguirá libre.

También la fiscal especializada en violencia de género, Carmen Novo, era consciente de que el ingreso en prisión provisional "no era procedente", aunque sí solicitó la ampliación de las medidas cautelares. A la prohibición de entrar en Cambados, la de aproximarse a la familia de la víctima y a la retirada del pasaporte, se une la ampliación del número de comparecencias ante la autoridad. Si antes debía presentarse una vez al día en el cuartel o en los juzgados de Ferrol, donde reside, ahora debe hacerlo tres veces al día (entre las 10 y las 11.00 horas por la mañana, entre las 15 y las 16.00 horas por la tarde y entre las 21 y las 22.00 horas por la noche).

Para el abogado de los padres y hermanos de María Luz Posse, Manuel Laureano Barreiro, la ampliación de estas medidas cautelares le parece insuficiente, pero las valora "positivamente". En cualquier caso, solicitará una vista urgente para solicitar el ingreso en prisión del acusado en cuanto la Audiencia dicte sentencia e imponga la pena. Una resolución que, por otra parte, están convencidos de que será recurrida por la defensa del guardia civil, que permanece suspendido desde el crimen.

Pulsera GPS

La Fiscalía también solicitará el ingreso en la cárcel una vez se les notifique el fallo. En la vista de ayer se barajó implantar al acusado una pulsera con GPS, pero la fiscal indicó que era una alternativa "muy difícil". A la Audiencia "le llevaría tiempo conseguir uno de estos dispositivos y además sería preciso contar con el consentimiento del acusado dada la situación de libertad en la que está", señaló.

Así, tras escuchar cómo el portavoz del jurado lo declaraba culpable y que desestimaba todos los atenuantes que solicitaba su abogado y sí una agravante -parentesco-, Maiz abandonaba sobre las cuatro y media de la tarde la Audiencia por su propio pie y con destino a su casa en Ferrol. Lo hacía más ofuscado que en días anteriores y protagonizó un encontronazo con un compañero de los medios de comunicación que pretendía fotografiarlo. El jurado concluyó que mató a su ex pareja de forma intencionada y sin posibilidad de defensa. Además, estableció que el alcohol que consumió no le afectaba y que estaba en plena posesión de sus facultades mentales.