El principal acceso por carretera a Vigo, cerrado al tráfico. El riesgo de desplome de una pasarela sobre la autopista a la altura de Teis obligó a cerrar, desde las 20.15 horas, las entradas y salidas de la AP-9 a la ciudad, con el consiguiente colapso de circulación en las principales calles del centro de la ciudad. Un atasco que se prolongó hasta bien entrada la noche.

Un vecino, Ramón Lago, que reside al lado del puente alertó a la Policía Local de que el coche de un amigo se había quedado "colgando" del puente, al ceder uno de los anclajes laterales de la estructura. La Policía Local avisó a la concesionaria de la autopista y los técnicos que inspeccionaron la pasarela llamaron a las brigadas de mantenimiento. En ese momento, poco antes de la ocho de la tarde, aún no se sabía si se iba a cerrar todo el tráfico. Pero una segunda inspección obligó a tomar la decisión. Había cedido el anclaje lateral y como consecuencia, la parte central de la estructura metálica, con grave riesgo de caída.

Inmediatamente la Guardia Civil dio aviso para que se cerrase al tráfico el tramo comprendido entre la salida a Teis y la desviación hacia Puxeiros y el centro de la ciudad.

Según la Guardia Civil, las retenciones también afectaron a la A-52 y a la carretera nacional entre Pontevedra y Vigo. Pero el centro de la ciudad era un auténtico caos.

Los técnicos de Audasa anunciaron al cierre de esta edición que trabajarían durante la noche a fin de que a primera hora de la mañana pudiese quedar expedito algún carril de circulación. La intención es que se abran dos carriles de salida de la ciudad y uno de entrada, mientras no se arbitre una solución definitiva. No obstante, serán los técnicos lo que tomen la decisión final tras evaluar detenidamente el puente..

Ramón Lago, el vecino que alertó de que el puente estaba a punto de caer, manifestó a LA OPINIÓN A CORUÑA que "una cosa así se veía venir desde hace tiempo". "Este puente es un desastre", relató el vecino. Él mismo ya se había incluso trasladado a la sede de Audasa en A Coruña, hace unos cinco años, para explicar los problemas de estructura del puente, bajo el que, además, discurre una tubería de agua, que también está "picada y podrida".

No obtuvo respuesta alguna, según relata el vecino, y el deterioro fue aún mayor. Su aviso de ayer por la tarde pudo evitar una auténtica tragedia, si el puente llega a caer sobre los vehículos que circulaban por la autopista. "Circular por ahí era como un vaivén", insistió.

En el lugar se personó el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, que había recibido una llamada del delegado del Gobierno, Antón Louro, para interesarse por la situación. El regidor vigués y sus técnicos mantendrán una reunión a primera hora para evaluar la situación y las medidas a adoptar, sobre todo para "diseñar un plan de circulación alternativo" por si aún siguiesen los problemas.