Una llamada telefónica puso fin a dos días de angustia. La joven de 27 años Natividad Eitor Figueroa, que permanecía desaparecida desde el pasado viernes en la localidad coruñesa de Padrón, llamó a su familia y apareció sana y salva ayer. Ante la amplia búsqueda emprendida por familiares, amigos y vecinos con la colaboración de Protección Civil y las fuerzas de seguridad, su familia agradeció el apoyo prestado y solicitó la retirada de los carteles con la fotografía de la chica.

La joven decidió encender su teléfono móvil ayer sobre las 07.30 horas y llamó a su marido para que la fuese a buscar a una zona boscosa en las inmediaciones del punto donde el río Sar se une al Ulla en Lestrove. Allí parece ser que permaneció durante todo este tiempo, o eso es, por lo menos, lo que la familia comunicó a las autoridades y a los servicios de emergencia que la estaban buscando por todo el municipio padronés.

Siempre según la versión facilitada por los familiares, la joven estuvo caminando por Padrón hasta que en un momento dado se habría caído en el río, manchándose la ropa, y no se decidió a regresar a su casa hasta que se secó, una explicación que sorprendió a todos los medios que montaron el espectacular operativo de búsqueda.

Aunque un tanto deshidratada y muy cansada, la joven se encontraba en perfecto estado de salud, algo que comprobó un médico al que fue llevada por sus familiares.

Una vez recuperada, la joven deberá pasar por las dependencias de la Guardia Civil de Padrón para dar explicaciones sobre su desaparición, ya que sorprende que estuviese durante dos días en uno de los puntos que más peinaron las patrullas que la buscaban todos estos días.

Natividad Eitor Figueroa, monitora de la piscina de Padrón, desapareció el pasado jueves poco después de salir de trabajar a mediodía. La joven salió de las instalaciones deportivas acompañada de otro monitor que la dejó a 50 metros de su casa. Allí se perdió su pista hasta el día de ayer.