La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Cangas, envió ayer a la prisión pontevedresa de A Lama al camionero luso que el viernes arrolló y mató a un ciclista en O Pino (Pontevedra). El conductor abandonó el lugar del siniestro y no paró para auxiliar a la víctima. Poco después, al ser interceptado en Vilaboa se enfrentó a los agentes de la Guardia Civil que tuvieron que reducirle.

La juez, tras tomar declaración al acusado, V.S.Q.S. de 33 años, en un interrogatorio que se prolongó varias horas, analizar las primeras diligencias instruidas por la Guardia Civil y escuchar a las partes (Fiscalía, acusación particular y defensa), decretó el ingreso provisional en prisión comunicada y sin fianza para el camionero.

V.S.Q.S., de 33 años y nacionalidad portuguesa, llegó al juzgado cangués sobre las diez y media de la mañana desde la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, en donde estuvo detenido las veinticuatro horas anteriores.

La juez atribuye al camionero un presunto delito de homicidio imprudente, otro de omisión del deber de socorro y un tercero de atentado a la autoridad por lo que desde ayer duerme en el centro penitenciario de A Lama, en donde permanecerá, cuando menos, hasta que concluya la investigación sobre lo sucedido.

Con los nuevos datos en la mano la autoridad judicial pertinente - el Juzgado de Cangas se inhibirá en favor de uno de la capital, al ser Pontevedra el lugar en donde ocurrieron los hechos- decidirá si mantiene o revoca esta medida de privación de libertad, que fue instada por Fiscalía y avalada por la acusación particular para evitar el riesgo de fuga del conductor imputado e impedir así que eluda la acción de la Justicia.

Según explicaba ayer Carlos Cabada, abogado que representa a la familia del fallecido, durante su declaración el camionero "negó que hubiese visto a Alberto (el ciclista), que se diese cuenta de que lo había arrollado, que notase que su vehículo había pasado por encima de un cuerpo, que se diese a la fuga o que intentase borrar pruebas". Este testimonio, al que la juez no dio mayor credibilidad, "está contrarrestado por distintas evidencias y varios testigos y todavía quedan aún algunas pruebas por practicar, por ejemplo en el camión incautado" añadía este letrado. Al concluir la investigación, la Fiscalía evaluará si existe la posibilidad de ampliar la calificación penal. Será el momento en el que la familia de la víctima decida si se adhiere a las calificaciones y peticiones del Ministerio público o si presenta una acusación propia y diferenciada.

Precisamente ayer Alberto Ríos Vázquez, el ciclista de 46 años atropellado en O Pino, recibió sepultura en la parroquia pontevedresa de San Martín de Salcedo. Familiares y amigos hicieron pequeña la iglesia.