Scotland Yard atribuye la misteriosa muerte de un agente del espionaje británico a un juego autoerótico que se torció en lugar de a un asesinato. El espía, Garath Williams, de 31 años, con un historial de ese tipo de prácticas, fue encontrado desnudo y asfixiado dentro de una bolsa deportiva en el cuarto de baño de su piso londinense. La bolsa estaba cerrada con candado, por lo que la policía sospechó en un principio que pudo haber sido asesinado, hipótesis que finalmente parece haber descartado, según el dominical The Sunday Times.

Los agentes acudieron al domicilio del agente el pasado 23 de agosto después de que su familia y el MI6 (agencia de espionaje exterior británica) alertaran a Scotland Yard de que no respondía a sus llamadas desde hacía tiempo.

Si en un principio se pensó en un asesinato es porque se creía imposible que un hombre de la talla de Williams hubiese podido meterse en la bolsa para cerrarla luego con un candado.

Pero los detectives contrataron los servicios de un escapista, que consiguió lo que parecía imposible: meterse en la bolsa deportiva, cerrarla con candado y luego salir de ella con ayuda de una pluma de punta aguda con la que abrió la cerradura y la cremallera. Según los detectives, el espía pudo haber intentado hacer lo mismo como un juego sexual, pero terminó asfixiado al no conseguir liberarse. La muerte de Williams pone de relieve los peligros de la llamada asfixia autoerótica.