La Guardia Civil detuvo ayer por posesión ilegal de armas en su domicilio de Brandufe, en la parroquia gondomareña de Vincios, al joven Borja R. F., de 23 años, tras la muerte de su pareja, María Isabel S. R., también de 23 años y natural de Morgadáns, que apareció en el dormitorio de la casa que compartían con un disparo en la cara.

Según fuentes próximas a la investigación, el arresto se produjo al comprobar que el joven era el propietario del arma y que no disponía de la documentación necesaria para su manejo. Aunque inicialmente se dio por buena la hipótesis del suicidio, la aparición del arma fuera de la habitación en la que se encontraba el cadáver ha dejado también abiertas otras vías de investigación.

Al parecer, según indicaron las mismas fuentes consultadas, el detenido tiene antecedentes por presuntos episodios de maltrato a parejas anteriores y por presuntos delitos de tráfico de drogas, aunque la relación de estos antecedentes con el caso no ha sido aún confirmada por la investigación.

El propio joven fue el que dio aviso de la muerte de su pareja a la Policía Local en torno a las seis de la tarde de ayer. Al parecer, en su relato inicial de los hechos, Borja R. F., explicó que se encontraba en el exterior de la casa cuando escuchó un disparo dentro. Según su versión, abrió la puerta de la vivienda, que estaba cerrada, y accedió al interior, donde encontró a la joven sin vida sobre la cama del dormitorio con un disparo en la boca.

Agentes de la Guardia Civil acudieron al lugar de los hechos para hacerse cargo de la investigación y tras comprobar que el joven carecía de permiso de armas procedieron a su detención. Los trabajos de la Policía Científica se prologaron durante varias horas, así como el levantamiento del cadáver por parte del juez de guardia, que no se produjo hasta las diez de la noche, momento en que autorizó el traslado del cuerpo al hospital Nicolás Peña, donde se le practicará la autopsia.

A la zona donde se encuentra la vivienda de la pareja -apartada del núcleo principal de viviendas de Brandufe aunque próxima a la residencia de los padres de él- solo se acercaron algunos familiares de los jóvenes, que a la salida de la casa evitaron pronunciarse sobre lo sucedido, molestos con la presencia de los reporteros gráficos que se desplazaron hasta el lugar.