La instrucción del crimen de Lalín, el 29 de octubre en la vivienda de José Mouriño, coincide con las hipótesis de la fiscal sobre la existencia de un plan urdido entre el ganadero y su esposa, Carmen Reboredo, para terminar con la vida de su única hija, Sonia, y, posteriormente, incendiar la casa, por un móvil económico. La fiscal Lourdes Soto confirmó ayer en Lalín que el sumario de la juez "va en la misma línea" de sus argumentos.

La titular del Juzgado número 2, Cecilia López, levantó el lunes el secreto de sumario, que fue comunicado a las defensas de los dos detenidos al día siguiente. Ello permite que ambas abogadas, además de conocer la versión del matrimonio y de poder acudir a partir de ahora a la toma de declaración de los testigos, tengan la opción de proponer que se recaben más pruebas o que se soliciten más testimonios. Además, serán las propias defensas quienes se desplacen a los juzgados lalinenses para consultar y copiar el expediente, puesto que no se les designaron procuradores por tratarse de un caso tramitado por la vía penal. Tendrán acceso al sumario y a conocer todos los datos que se recaben hasta que se celebre el juicio oral.

Por su parte, la fiscal adelantó que pedirá una "prueba corporal" para evaluar las capacidades, ya sean físicas o mentales, de uno o de los dos imputados. Este tipo de exámenes valora las aptitudes de una persona para llevar a cabo una determinada acción.