Tres meses después de la desaparición de Sonia Iglesias, los carteles con su cara y el lema Todos somos Sonia permanecen en los escaparates de los comercios de Pontevedra. El paso de las semanas sin noticias de esta mujer de 38 años fue dejando atrás las manifestaciones iniciales, las batidas y una movilización ciudadana para arropar a la familia sin parangón.

Sin embargo, esto no quiere decir que Pontevedra se haya olvidado de Sonia. Por respeto a la decisión de la familia, que intenta con dificultad normalizar su vida y que prefiere mantenerse en un segundo plano, por el momento no se realizarán nuevos actos públicos de apoyo, unas movilizaciones que los más allegados agradecían pero que también significaban un gran quebranto, sobre todo para sus padres, incapaces de entender como el rastro de su hija se pudo desvanecer a plena luz del día y en el mismo centro aquel 18 de agosto.

De hecho, la asociación de vecinos de Monte Porreiro mantiene contactos periódicos con la familia para "hacerles saber que estamos ahí para lo que necesiten". Ángel Mario Pazos, portavoz de este colectivo, reconoce que los padres de Sonia y su hermana siguen destrozados por lo sucedido. "Están bastante hundidos, algo normal porque ven que pasa el tiempo y que no se producen novedades".

Con su retirada de la primera línea, la familia también quiere que la Policía pueda desarrollar su trabajo con tranquilidad, no obstante, la aparente falta de avances en la investigación hace cundir el pesimismo en la población sobre un posible final feliz.

En círculos policiales no esconden que el paso del tiempo refuerza cada vez más la teoría de que la desaparición de Sonia fue forzada y ya casi se da por descartado que se pueda tratar de una marcha voluntaria. En cualquier caso, la información desde Comisaría es la misma que hace semanas: "No tenemos ningún indicio que nos pueda hacer pensar de forma fehaciente que Sonia no está viva".

Además, insisten en que se sigue trabajando con la misma intensidad que el primer día. "Tenemos varias líneas de investigación en marcha", explican, ya que se trata de un caso que dejó "tantas posibilidades de desenlace abiertas" que obligó a poner en marcha una labor de investigación ingente, indagando sobre un amplio número de escenarios y personas, tanto del círculo más íntimo de Sonia como otras más ajenas. En esa labor sigue la Policía Nacional.