El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Olot (Girona) ha ordenado la exhumación de ocho ancianos fallecidos en la residencia de La Caridad en la que trabajaba Joan Vila, autor confeso del crimen de tres internos en el centro entre el 12 y el 17 de octubre.

El juez ha pedido la exhumación para comprobar la causa de la muerte de ocho personas más que fallecieron mientras Vila estaba trabajando -fines de semana y festivos-. Se trata de tres hombres y cinco mujeres. Las exhumaciones tendrán lugar mañana en el cementerio de Olot, donde están enterrados seis de los ocho cuerpos que hay que exhumar, y en los cementerios de Sant Salvador de Bianya y Castellfollit de la Roca, donde se tiene que desenterrar un cuerpo en cada uno.

Los cadáveres, que serán trasladados al Instituto de Medicina Legal de Girona, serán revisados por los médicos forenses, que realizarán la autopsia para buscar indicios de criminalidad. Los especialistas consideraran que en ocho de las 12 defunciones, ocurridas en días de trabajo de Vila, no existía una relación directa conocida y la muerte repentina de los ancianos.

Los especialistas también han tenido en cuenta que, en la mayoría de casos, los fallecidos no fueron sometidos a ningún análisis exhaustivo que certificase la muerte como natural. Tras su detención, el asesino confeso declaró ante el juez que había actuado "por amor" y para que sus víctimas dejaran de sufrir, por lo que les hizo ingerir lejía. Los ancianos que podrían haber sido también víctimas de Joan Vila fallecieron entre los días 12 y 19 de octubre y con la exhumación de sus cadáveres, el juez quiere comprobar la causa de su muerte.

Este caso se destapó tras la muerte en la residencia La Caridat de Paquita Gironès, de 85 años, el pasado día 18 de octubre. Los responsables de la residencia denunciaron el caso ante las autoridades al comprobar que la anciana tenía quemaduras provocadas por la ingesta de un producto tóxico, posiblemente lejía.