Dos años de prisión, multa de 2.700 euros y 16 meses de inhabilitación para ejercer como empresario de la construcción. Esta es la pena que aceptó ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo el jefe de un joven albañil que falleció en un siniestro laboral ocurrido hace más de un año, al caerse desde un andamio en unas obras que se realizaban en una vivienda de la parroquia de Candeán. El juicio, sin embargo, no quedó visto para sentencia al no haber conformidad en el apartado de la responsabilidad civil en relación con los 175.000 euros de indemnización que pide el fiscal para los familiares del fallecido.

El siniestro ocurrió en 2009, cuando el peón de albañil ultimaba la sustitución de un tejado y se precipitó del andamio, que carecía de barandillas de protección o rodapiés para evitar caídas.