Treinta y ocho trabajadores de General Motors (GM) resultaron heridos, doce de gravedad, cuando el autobús en el que viajaban sufrió un aparatoso accidente de tráfico. Los operarios volvían a sus casas tras acabar el turno de noche en un coche de línea que cayó a un carril inferior situado a unos seis metros de altura, junto a la estación intermodal Delicias de Zaragoza.

Según el diagnóstico médico, doce de los heridos están graves, ocho de ellos ingresados en la UCI, dos menos graves, otros catorce tienen pronóstico reservado y diez leves, cuatro de los cuales ya han sido dados de alta.

Casi todos presentan traumatismos de diferente consideración y, las heridas son fundamentalmente fruto de contusiones y fracturas. Un número indeterminado presenta lesiones medulares, en el cráneo o en la cadera.

La consejera de Sanidad del Gobierno aragonés, Luisa María Noeno, al ser preguntada si temía por la vida de alguno de ellos, afirmó que "es conveniente esperar".

El siniestro se produjo a las 06.35 horas y movilizó a decenas de vehículos y miembros de los cuerpos de socorro de la ciudad. La consejera del Ejecutivo aragonés lo calificó como "impresionante", aunque celebró que no haya causado por el momento víctimas mortales. El vicealcalde de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, afirmó que ha sido una "verdadera suerte" que ninguna persona haya fallecido.

El más joven de los heridos tiene 36 años y el mayor 58, y junto al resto de compañeros regresaban a sus domicilios desde la factoría de la multinacional automovilística General Motors en Figueruelas, situada a unos 30 kilómetros de la capital aragonesa. En la planta trabajan más de 7.000 personas.

La policía judicial ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente que, según las primeras hipótesis y los testimonios de algunos de los heridos, podría haberse producido por una maniobra inesperada de un turismo, que irrumpió repentinamente en el carril por el que circulaba el autobús. El conductor perdió el control al tratar de esquivarlo y se precipitó al carril inferior.

En una rueda de prensa en Figueruelas, Antonio Cobo, director general de GM España, calificó el accidente como el más grave que ha sufrido el servicio de transporte que contrata la multinacional. GM fleta cada día 150 autobuses -de ocho empresas distintas- para trasladar a más del 90% de la plantilla.