B.R. cumplió ayer su décimo día en la prisión pontevedresa de A Lama. Pero a última hora de la tarde abandonó el penal. El novio de la joven de 24 años que murió de un disparo en la cabeza en la vivienda en la que ambos residían en Vincios (Gondomar) fue puesto ayer en libertad por orden del juez tras recibirse los resultados de las pruebas de parafina que confirman el informe preliminar de la autopsia que ya se inclinaba a un posible suicidio.

Los análisis no hallaron restos de pólvora en el joven y sí en la fallecida, concretamente en su mano derecha y en la cara, unos indicios que a juicio del magistrado apuntan a que M.I.S. cogió la pistola entre sus manos y que su compañero no es el responsable de su muerte. El hombre, sin embargo, sigue imputado por tenencia ilícita de armas.