Su corazón se paró pero seguirá latiendo en otra persona, y no es la única de sus donaciones que da esperanza a enfermos pendientes de un trasplante. Luis David, el menor de 15 años que falleció el lunes en el Hospital Xeral de Vigo tras ser atropellado frente a una discoteca de Redondela, ha salvado la vida a cinco personas en Galicia, Madrid, Santander y Barcelona, y ha mejorado la de numerosos enfermos.

El acto de generosidad de sus padres al autorizar la donación de órganos y tejidos puso en marcha el protocolo especial de trasplantes en el Xeral de Vigo: un dispositivo a contrarreloj que en apenas cuatro horas moviliza a casi 60 personas, entre personal del hospital donante y los centros receptores, ambulancias, aviones, pilotos, controladores aéreos y fuerzas de seguridad que abren camino a los vehículos que transportan órganos vitales.

Mientras las ambulancias trasladan por carretera las donaciones que se quedan en Galicia, un jet despega del aeropuerto de Peinador a las 00.30 horas del lunes rumbo a Barcelona. A bordo viaja un equipo de trasplantes de la ciudad condal que ha llegado poco antes a Vigo para hacerse cargo de un corazón que será trasplantado de inmediato. Es el tercer avión que esa noche abandona la terminal, antes han salido otros dos vuelos especiales hacia Torrejón de Ardoz y Santander.

Los trasplantes se realizaban en la misma madrugada, aunque hasta dentro de semanas no se conocerán los resultados. Una vez realizado el análisis de las donaciones y su evaluación para comprobar que son válidas, la frenética actividad no se limita al hospital vigués, y es que el trasplante debe realizarse de inmediato, pues los órganos aguantan pocas horas en buen estado: cinco un corazón o un pulmón, y entre 8 y 9 el hígado. Dos bolsas estériles los conservan en una nevera de hielo normal a 4º durante el traslado.

La Organización Nacional de Trasplantes centraliza las donaciones. Tras comprobar la idoneidad y compatibilidad del receptor, los llamados Código 0 -personas que corren el riesgo de morir si en 72 horas no reciben un trasplante-, son los casos prioritarios.

Mientras se recogen los órganos donados, los hospitales donde va a realizarse el trasplante avisan al posible beneficiario y ponen en marcha una operación paralela a la que se realiza en Vigo. De hecho, el pasado domingo se puso en marcha un dispositivo similar al del lunes, con avión incluido.

"A qué ciudad van los órganos es lo de menos, se quedan o vienen a Galicia en función de la urgencia del paciente, lo importante es cubrir las denominadas Urgencias 0 en cualquier punto de España", explica Jacinto Sánchez, coordinador de trasplantes del Sergas. En Galicia, indica, hay unas 90 donaciones al año, y unas 400 personas que demandan un trasplante, la mayoría de riñón. "La concienciación para ser donante es cada vez mayor, y en los tres últimos años hemos disminuido el número de receptores, en espera pasando de unos 380 a 369", expone. El coordinador gallego de trasplantes hace un llamamiento a la sociedad para "ser generosos y donar".