Un hombre de 35 años, vecino de Denia (Alicante) y en proceso de divorcio mató ayer con un arma de fuego a su hijo de 4 años y se suicidó. El homicida, según fuentes de la investigación, padecía un "trastorno mental" derivado de que el menor iba a trasladarse a residir junto a su madre en Barcelona.

El parricidio, según el entorno familiar de la víctima, coincidió con los últimos días en los que el niño iba a vivir con su padre. "Posiblemente no ha soportado el hecho de no poder ver a su hijo diariamente", aseguraron estas mismas fuentes. En este sentido, desde el ámbito de la investigación, se ha apuntado a que el asesinato ha podido tener lugar en un episodio de "desequilibrio mental" del padre, que "no llevaba bien" el proceso de divorcio iniciado con su mujer.

El suceso se ha producido el sábado de madrugada en una vivienda situada en la avenida Miguel Hernández, en el centro urbano de Denia, en la que residía el padre, de 35 años, y su hijo. Por causas que todavía no han sido aclaradas, el hombre disparó contra su hijo y se suicidó. Los vecinos de los inmuebles colindantes indicaron que no escucharon los disparos y que tuvieron conocimiento de que "algo malo había ocurrido" cuando observaron la llegada de vehículos policiales y sanitarios.

Los cadáveres fueron encontrados por una de las dos hermanas del fallecido que acudió a la vivienda y decidió entrar en ella. La mujer fue la persona que alertó a los servicios de emergencia, que cuando llegaron al lugar de los hechos no pudieron hacer nada por salvar la vida del pequeño ni la de su padre. Cuando la convivencia se rompió entre los progenitores de la víctima, su madre, de nacionalidad rusa, se marchó a Barcelona a trabajar, mientras que su padre permaneció en Denia junto al pequeño.

La madre, según fuentes cercanas al entorno familiar, tiene la custodia del menor, pero la pareja decidió que el niño se quedara inicialmente con el padre para "no interrumpir la vida cotidiana y el proceso escolar" del niño en el municipio alicantino. El pequeño iba a participar ayer por la tarde en el festival navideño de su colegio, cuya comunidad escolar ha mostrado su consternación por el parricidio.

Fuentes del centro educativo Alfa y Omega, en el que el niño estudiaba, afirmaron que el profesorado está "deshecho". Los educadores conocieron el suceso a través de los medios de comunicación. "Estamos muy afectados por la muerte del pequeño", indicaron fuentes del centro, que eludieron hacer valoraciones sobre los progenitores del niño.

El presunto asesino era aficionado a la caza y en más de una ocasión se había desplazado a otras provincias españolas para practicar este deporte. Este dato está siendo investigado por las fuerzas de seguridad con el fin de conocer si el arma utilizada por el hombre para matar a su hijo y acabar con su propia vida era de su propiedad. El entorno familiar del hombre sospechoso de matar a su hijo asegura que tenía licencia para utilizar armas. Con este parricidio, se eleva a veinte el número de menores que han muerto a manos de sus progenitores durante este año en España.