Los peritos de la policía que analizaron los restos hallados en el lugar del crimen de Marta del Castillo trabajaron con "muestras críticas de muy poco contenido" porque posiblemente fueron lavadas, pero aún así encontraron ADN mezclado de la víctima y del menor de edad que es juzgado estos días.

Cuatro peritos comparecieron ayer en la novena sesión del juicio contra el menor apodado El Cuco, acusado de la violación y asesinato de Marta, y confirmaron que había restos biológicos de ambos jóvenes mezclados bajo un pupitre en el dormitorio del asesino confeso, Miguel Carcaño.

El abogado de los padres de Marta, José María Calero, destacó a los periodistas lo "inverosímil" del lugar y el hecho de que es allí donde el asesino confeso sitúa a El Cuco en el momento de estrangular a la víctima, tras haberla violado entre ambos, el 24 de enero de 2009.

La única "certeza absoluta" es la sangre de Marta aparecida en la cazadora de Carcaño, por haber escondido allí el cenicero con el que la golpeó, según la primera y la última de las seis versiones que ha dado sobre el crimen.

Abogados personados en la vista, que se celebra a puerta cerrada, explicaron que los peritos solo dispusieron de "muestras críticas", por lo que tuvieron que tomar la "decisión técnica" de identificar a la persona a la que pertenecían o el tipo de resto biológico de que se tratase. Por ello, optaron por la primera de ellas y concluyeron que había restos biológicos de Marta en varios puntos del domicilio de Carcaño (dos en la colcha, otro en la mesa del ordenador, otro en una silla de ruedas y otro en el tensiómetro con el que Carcaño comprobó que había muerto), así como perfiles genéticos mezclados de la víctima y El Cuco bajo una silla junto a la mesa del ordenador.

Los peritos dijeron al juez que por el contenido químico y su comportamiento ante los reactivos "hay una altísima probabilidad" de que los restos fueran de sangre, según los citados letrados.

El defensor de el Cuco, Fernando de Pablo, manifestó que los peritos han reconocido que la mezcla de los perfiles de Marta y el menor "se pudo producir en momentos distintos", lo que es compatible con el hecho de que ambos jóvenes iban con frecuencia al piso de la calle León XIII de Sevilla donde se produjo la muerte. De la misma manera, según De Pablo, los peritos han confirmado que las huellas dactilares del Cuco halladas en una botella de ron, aunque eran frescas, podían haberse dejado tres o cuatro meses antes, lo que a su juicio tampoco constituye una prueba de que fuera esa la botella de la que ambos chicos bebieron antes de la violación.

Fiscalía y abogados valorarán en su informe final las conclusiones de los peritos, que explicaron que las muestras estaban "devaluadas" como sucede cuando son lavadas o quedan a la intemperie. La Fiscalía reconoce que "hay menos evidencias que en otros casos", pese a la labor de la Policía, que llegó a analizar miles de restos.

La vista, que comenzó el 24 de enero y en la que el menor se enfrenta a una petición de seis años de reclusión, continua hoy y se reanudará el próximo martes, 15 de febrero, con la lectura de los informes finales de las partes.