Dos gallegos forman parte del Lorca Atlético, equipo que compite en Segunda División B: el coruñés Toño Vázquez Cereijo y el ourensano Álex Fernández Barreiros. Ambos se entrenaban en el estadio Artés Carrasco, con capacidad para más de 8.000 espectadores, cuando les sorprendió el terremoto.

-La tarde del seísmo ustedes preparaban en el campo el próximo partido frente al Estepona, en el que se jugarán la permanencia. ¿Qué ocurrió?

-Teníamos una charla con el míster cuando sucedió el primer temblor (a las 17.05 horas). Fue algo desconcertante, pero continuamos con el trabajo. Al finalizar, normalmente el entrenador no habla, pero entonces sí. Nos comentó que no había agua en las duchas y que era mejor que nos cambiásemos en casa. Fue entonces cuando sentimos más fuerte el segundo (18.47 horas). Oímos un estruendo y vimos que se habían caído unas vigas y una pared del túnel de vestuarios. Por diez segundos no se nos cae encima a todo el equipo.

-¿Qué reacción tuvieron?

-Enseguida nos dimos cuenta de que era grave. El estadio es nuevo (fue construido en 2003), y había daños claros. Salimos todos corriendo hacia los amplios aparcamientos del exterior por si volvía a repetirse.

-Serían instantes de una gran angustia...

-Sabíamos que no allí había nadie más que nosotros pero al tener los teléfonos todavía en el vestuario, sobre todo los compañeros que tienen familia en Lorca lo pasaron realmente mal.

-¿Y usted?

-Por fortuna mi mujer e hijo salieron hacia Galicia hace unos días, así que por ese lado estaba tranquilo. Era más la inquietud de no poder comunicarme con ellos en ese momento.

-Cuando llegó a su casa, ¿qué se encontró?

-Tuve suerte, porque en mi vivienda no sufrí apenas daños. No así algunos compañeros que se encontraron todo destrozado en el piso (Toño Vázquez entre ellos). Lo peor fue ver a la gente perdida por la calle, los destrozos causados.... Una cosa son las imágenes de la televisión, que ya están dado la impresión de algo muy grave, pero tenerlo delante de ti es impactante.

-¿En qué situación se encuentran ahora? ¿Qué les han aconsejado desde el club?

-Yo he pasado la noche en el apartamento de un amigo en Águilas (en la costa murciana). Otros jugadores que viven en Murcia o Cartagena están acogiendo a la parte de la plantilla cuyas casas quedaron dañadas por el terremoto. Por parte del club tenemos todo el apoyo, hay la lógica preocupación pero seguimos centrados en el partido.

-Es un encuentro trascendental para el Lorca Atlético, aunque previsiblemente no se podrá jugar en su estadio debido a los daños del terremoto. ¿Qué les han dicho?

-Pues en este momento nos encontramos indignados porque la Federación nos dice que hay que jugar el domingo, en la Nueva Condomina de Murcia o en el Olímpico de Totana y si no, descendemos de categoría. ¡Pero si tanto el presidente del Lorca como el de nuestro rival, el Estepona, están totalmente de acuerdo en aplazarlo ante la tragedia que ha ocurrido! Me parece una falta de sensibilidad por parte de la Federación, no tanto por nosotros que sí podemos jugar, sino hacia la ciudad de Lorca que lo está pasando mal.

-¿Tiene previsto continuar la próxima temporada en Lorca?

-Por el momento no hay un contrato que me ate. Sin duda me gustaría poder entrar en un equipo de Segunda B de Galicia el próximo año, puesto que al fin y al cabo en Ourense está toda mi familia.