Una investigación de la Policía Nacional posibilitó la recuperación de seis de los más de diez millones de euros en joyas que fueron robados en 2009 en Valencia por un clan serbocroata formado por siete personas y liderado por un falso jeque interesado en agasajar a sus esposas con alhajas, como una tiara atribuida a Evita Perón que también fue sustraída. Un falso jeque, un banquero ficticio y hasta una mujer de pega y un hombre de pequeño tamaño capaz de introducirse en un mueble de doble fondo forman parte de la puesta en escena con la que un experto grupo de estafadores lograron robar 10,5 millones de euros en joyas a una joyera valenciana. La joyera estafada, Sofía Monteagudo, viajó a Madrid para agradecer el trabajo de los agentes.

El robo fue en diciembre de 2009, pero su origen se remonta a 2006, cuando dos miembros de la banda se personaron en la joyería de Valencia. Pasados tres años, contactaron otra vez con la joyera para ponerle en contacto con un supuesto jeque árabe interesado en hacer un importante desembolso.

A partir de ese momento, la red puso en marcha un plan en el que uno de ellos, perfectamente caracterizado, se hizo pasar por un jeque en limusina acompañado siempre por una de sus mujeres. Una empleada de la joyería se reunió con el también falso banquero para el pago de las joyas. Y empezó a mascarse el atraco ya que, a medida que iban contando los billetes, los introducían en los cajones de una mesa con un doble fondo y una persona de poca talla escondida.

Hecho el cambio, fueron a la joyería para entregar las alhajas. Cuando la joyera iba a inspeccionar los billetes, recibió un empujón. Parte de las joyas fueron recuperadas en un lujoso hotel de Milán.