Un vecino de Caldas de Reis identificado como A.T.T., de 51 años, falleció ayer sepultado por unas piedras en el patio de su vivieda. El impacto y el peso de las rocas le provocaron la muerte en el acto.

El hombre, soltero y sin hijos, se encontraba realizando unos trabajos de elaboración de gravilla a partir del talud existente en uno de los laterales de la finca. Al retirar elementos de la base, varios de los bloques de la parte superior se le vinieron encima sin darle tiempo a reaccionar. "Ni siquiera se tuvo que dar cuenta", apuntaron desde el operativo puesto en marcha para rescatar el cadáver. El cuerpo del hombre quedó bajó un montón de piedras que obligaron a que acudiesen los Bombeiros do Salnés, así como personal del Concello con una excavadora.

Una hermana de la víctima fue la que dio el aviso de lo que había sucedido. El hombre residía en un inmueble muy próximo a la casa en la que vivían algunos de sus familiares. A pesar de la rapidez con la que se produjo esa llamada, los servicios médicos solo pudieron certificar su muerte.