Laureano Oubiña disfruta de su primer permiso carcelario de tres días desde que en 1990 entró en prisión tras ser condenado en la operación Nécora contra el narcotráfico en Arousa, dirigida en aquella época por el magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, y el fiscal Carlos Bueren.

La autorización fue muy controvertida sobre todo porque el juez de vigilancia la firmó en contra de lo dictaminado por la Junta de Tratamiento del penal y la oposición inicial del fiscal.

Por ello Laureano Oubiña apenas va a poder abandonar la habitación del hotel de Palencia en el que se encuentra alojado desde el viernes. Cualquier error le puede salir muy caro si pretende nuevos permisos.

Las condiciones que debe cumplir el más famoso de los narcotraficantes españoles son muy estrictas. De hecho, en el auto que le autoriza a abandonar durante 72 horas la prisión de Dueñas se le prohíbe de forma taxativa salir del entorno del penal, aunque no trascendió la distancia máxima que puede recorrer en estos días. Lo que sí le quedó claro es que en ningún caso puede usar un avión ni otro medio para desplazarse a Galicia y mucho menos a Arousa, lugar donde se cometió el delito.

La resolución tampoco se hizo pública en su integridad, en parte por razones de seguridad del propio reo, pero por otra para minimizar el riesgo de fuga del que alertan los expertos de la prisión.

Se subraya el hecho de que este permiso entraña un alto riesgo e incluso llega a evaluarse en un 50% las posibilidades de que Laureano Oubiña intente fugarse antes de volver a la cárcel. Pero aún así, al juez le pudieron más otras consideraciones jurídicas al determinar que tiene derecho a disfrutar del privilegio del permiso penitenciario, cuando solo le quedan nueve meses para que quede en libertad por este procedimiento.

De hecho, los argumentos que más han pesado en la determinación del juez es el "poco tiempo que le resta para cumplir la pena" y la recomendación de que estos presos "gradualmente se puedan preparar para su nueva vida en libertad".

Obviamente, son razones técnico-jurídicas de relevancia que vencieron toda la oposición de los demás intervinientes en el procedimiento.

Fuentes de Vigilancia Penitenciaria recordaron ayer que la Junta de Tratamiento de la prisión de Dueñas (Palencia) se opuso al permiso por unanimidad de los siete miembros. Pero no solo estos expertos sino que también el fiscal se manifestó en el mismo sentido.

Pese a ello, los letrados de Laureano Oubiña insistieron y presentaron recursos contra la primera decisión. Cuando llegó la hora del segundo recurso, el fiscal ya renunció a presentar escrito defendiendo sus iniciales argumentos. La tramitación, como se puede comprender, tardó varios meses, pero finalmente el 23 de septiembre, Laureano Oubiña puso los pies en la calle.

Es su segunda victoria en menos de un año, pues su equipo asesor le logró una importante redención de penas. Como se sabe, Oubiña tenía que cumplir pena de cárcel hasta 2018 pero al abrir el Tribunal Constitucional la posibilidad de refundir las condenas, aligera más de seis años su pena, de modo que su salida definitiva está prevista para el 17 de marzo de 2012.

Hasta ese mes, Oubiña aún tiene ocasión de solicitar otros 15 días de permiso, y aunque la tramitación pueda volver a ser larga en el tiempo, quizás tenga la oportunidad de disfrutar de alguno de ellos en los próximos meses. De todos modos tendrá que volver a pronunciarse la Junta de Tratamiento, el fiscal y el juez, con los correspondientes recursos.

Y todo ello será posible si mañana lunes -la hora no se comunica por razones de seguridad- Laureano Oubiña regresa a su celda; si durante estos tres días no comete ningún delito; y, si acata todas las condiciones que le impuso el juez en este primer permiso que disfruta desde que hace once años ingresó en la cárcel.

Las consideraciones del juez de Vigilancia tienen muy en cuenta otros aspectos, en especial la gravedad del delito por el que cumple prisión, pero también reconoce su vigente "capacidad delictiva" y la reiteración de hechos punibles, ya que no es la primera vez que se le imputó por narcotráfico. También se tiene en consideración la "capacidad económica" que todavía se presupone al reo, lo que facilitaría que se "evadiese". Cabe recordar que fue detenido por la Interpol en Grecia en 1990 tras 13 meses de rocambolesca fuga.