Un tribunal de apelación de Perugia declaró ayer a la estadounidense Amanda Knox y a su exnovio Raffele Sollecito inocentes de la muerte de la joven británica Meredith Kercher. En 2009, la joven universitaria fue condenada a 26 años de cárcel en primer grado y su novio, a 25.

Horas antes, Knox declaró ayer su inocencia, en un discurso interrumpido por las lágrimas, antes de que el Tribunal de Perugia se retirase a deliberar.

En la audiencia, el abogado de Knox, Luciano Ghirga, hizo su último alegato y después los acusados pronunciaron una declaración espontánea para corroborar su inocencia.

La joven de Seattle, de 24 años, muy emocionada, describió en perfecto italiano su "sufrimiento" durante estos cuatro años en los que ha estado encarcelada y recordó que también perdió a una amiga. "Yo he perdido a una amiga, de la manera más brutal e inexplicable posible. He tenido que afrontar acusaciones injustas, sin fundamento y estoy pagando con mi vida", declaró Amanda. La joven reiteró que en el momento del crimen, ella no estaba en casa, pues se encontraba con su entonces novio y describió la buena relación que tenía con Meredith, con quien compartía el apartamento.