Ni el cambio de identidad ni las operaciones de cirugía estética a las que se sometió para cambiar su rostro despistaron a la Guardia Civil. Agentes de la Benemérita han puesto fin en Barcelona a los 14 años de fuga del narco Antonio Castellano Plasencia, socio en Canarias del clan Charlín-Caneu y que fue condenado a 10 años de prisión y a una multa de 130 millones de pesetas por la Audiencia Nacional en 1995 con las organizaciones arousanas por una operación paralela al alijo de 1.000 kilos de cocaína que transportó el buque Strand en 1991 desde Sudamérica a Galicia.

En apenas tres meses su condena habría prescrito, pero ahora ya está en prisión y tendrá que cumplirla tras pasar a disposición del juzgado de guardia de Barcelona. Castellano fue condenado en su día con José Luis Charlín Gama, que con 30 años de prisión recibió la condena más alta a un narcotraficante en España. Con el narco vilanovés, hermano del Patriarca, fueron condenadas su mujer y su hija, así como Daniel Baúlo Carballo, que se autoinculpó con su progenitor para delatar a los Charlín. Apenas un años antes de conocerse la sentencia condenatoria, Baúlo padre fue abatido a tiros por dos sicarios en su vivienda de Cambados, quedando su mujer parapléjica a consecuencia del sangriento ataque.

Antonio Castellano, tras conocer la sentencia condenatoria, huyó de España para eludir la acción de la justicia. Sus pasos fueron seguidos inicialmente por diversos países de Sudamérica, pero su pista se perdió en Santo Domingo, donde se habría sometido a una operación estética. Después regresó a Europa y tras viajar por distintos países se asentó en Suecia, donde inició una nueva vida, buscó trabajo y se casó, consiguiendo una nueva identidad.

Castellano, pese a tener 50 años, presenta el aspecto físico de un hombre de unos 35 tras sus retoques faciales. Pero no despistó a los agentes del Grupo de Delincuencia Especial y Tecnológica de la Guardia Civil, quienes tras averiguar que podría haber llegado a Barcelona, comenzaron una investigación que les llevó hasta el fugitivo, al que detuvieron el jueves. Tras pasar a disposición judicial, el narco ingresó en la cárcel Modelo de Barcelona.

La Audiencia Nacional, en la sentencia que le condenaba a 10 años de prisión por narcotráfico, consideraba probado que a principios de 1991 José Luis Charlín y Daniel Baúlo Carballo llegaron a un acuerdo para transportar importantes alijos de cocaína a Galicia con los barcos Strand y Del Sur.

Los pesqueros fueron adquiridos por Manuel Baúlo Trigo, Caneu, padre de Daniel, que realizó gestiones en Cucutá (Colombia) par ala compra de la droga, de la que "Charlín Gama estaba perfectamente informado". La cocaína se lanzó en avión y fue recogida por el Strand, abordado por el Servicio de Vigilancia Aduanera cuando navegaba sin bandera a 42 millas de la costas de Portugal.