Francesco Schettino, el capitán del crucero que naufragó el pasado 13 de enero junto a la isla italiana de Giglio, aseguró que un directivo de Costa Cruceros, la armadora propietaria del barco, le presionó para que siguiera acercándolo a la costa la noche que chocó contra una roca.

El diario La Repubblica publicó la transcripción de una conversación telefónica entre el capitán del Costa Concordia y un hombre desconocido llamado Fabrizio en la que Schettino habla de un responsable de Costa Cruceros al que no identifica.

"Fabri (...), cualquier persona en mi lugar no habría sido tan amable de ir hasta allí, porque me estaban tocando las pelotas, diciéndome 've, ve", explicó el capitán en la conversación, que fue grabada después de que lo arrestaran por su implicación en el accidente.

"La roca estaba ahí pero no aparecía en los instrumentos que yo tenía, y fui hasta allí (...) para satisfacer al jefe. 'Ve hasta allí, ve hasta allí", dijo. Al parecer, esta conversación se grabó sin que Schettino lo supiera. Una fuente de la Fiscalía ha afirmado que la transcripción publicada por La Repubblica es auténtica. Bruno Leporatti, abogado del capitán del barco, no lo ha contradicho pero ha señalado que su cliente no debe ser tratado como un "chivo expiatorio".

Al menos 16 personas han muerto a causa del accidente, que se produjo cuando se hizo un agujero en el casco del barco y este zozobró junto a la isla toscana de Giglio. Otras 16 personas permanecen desaparecidas y hay seis cadáveres sin identificar.