Al menos 14 personas murieron y otras 18 resultaron heridas en Argentina por un fuerte temporal de lluvia, granizo y viento, que también azotó a Uruguay, donde obligó al presidente del país, José Mujica, a suspender un viaje oficial a Brasil.

La tormenta dejó en Buenos Aires y sus alrededores numerosos destrozos. El techo de una estación de servicio en el suelo, semáforos partidos a la mitad, árboles sobre vehículos y carteles despedazados sobre la acera son algunas de las postales que dejó el miércoles por la noche el fuerte temporal en la capital argentina y su cinturón urbano, donde ayer sin embargo el día amaneció soleado y sin pronósticos de lluvia.

Tras sufrir vientos de cien kilómetros por hora, numerosas calles amanecieron bloqueadas por árboles y postes caídos, además de con inundaciones. Unas 500 personas comenzaron a volver a sus viviendas tras ser evacuadas por seguridad en el cinturón urbano bonaerense. El temporal también ocasionó cortes de energía eléctrica en numerosos barrios, inconvenientes en el suministro de agua y problemas en el servicio de trenes y en la circulación de vehículos por carretera. La mayoría de las víctimas murieron por aplastamiento y algunas electrocutadas, como un joven de 19 años. Tres de los fallecidos perecieron al caer sobre ellos el techo de su humilde vivienda. La caída del techo de una iglesia dejó diez heridos. El temporal fue "casi un tornado, una cosa infernal", definió el ministro de Espacio Público, Diego Santilli, durante un recorrido por los barrios porteños afectados.