El principal acusado del caso Kárate, Fernando Torres Baena, insistió ayer en que el proceso que se sigue contra él y otros tres monitores de su gimnasio se ideó para hundirle porque tenía el "monopolio" de este deporte en la isla y querían apropiarse de los alumnos del club.

Torres Baena hizo estas declaraciones ante la Audiencia de Las Palmas, en la segunda sesión del juicio, que se centró en su interrogatorio por parte del fiscal, quien le atribuye 36 delitos de abuso sexual, 13 de corrupción de menores y uno de tenencia ilícita de armas, en uno de los mayores procesos por pederastia instruido hasta ahora en España.

El principal acusado alegó que se trata de una trama urdida, entre otras personas, por el presidente de la Federación de Kárate de Gran Canaria para apropiarse de sus alumnos en el nuevo club que pretendían crear de manera irregular. Baena explicó que esto fue lo primero que pensó cuando fue detenido, pues nunca antes había tenido problemas con la Justicia.

"El sumario no tiene ni pies ni cabeza", según Torres Baena, quien ha asegurado que se lo ha estudiado diariamente en los dos años y medio que lleva en la cárcel, y que además de esta explicación existe otra que ha señalado que dará a conocer cuando testifiquen las víctimas. No obstante, apuntó el interés que, a su juicio, tienen las víctimas por obtener los dos millones y medio de indemnización que reclama la acusación particular y el hecho de que los denunciantes se vieran condicionados por la repercusión mediática del caso. Según Torres Baena, se asustaron y se victimizaron porque no supieron qué decir a sus padres.

Al ser preguntado por el fiscal sobre qué interés había contra los otros tres acusados, Torres Baena afirmó que constituían "la base de la federación y del club del kárate" por sus amplios conocimientos.

Torres Baena, que ya había dicho al inicio de la primera sesión que las acusaciones que se leyeron contra él eran falsas -al igual que los otros tres procesados- negó ayer de nuevo haber tenido relaciones sexuales con los 38 alumnos de su academia sobre los que le ha interrogado el fiscal. También dijo que no le consta que las tuvieran los tres procesados, porque él "no lo hubiera permitido".

Torres Baena, que se enfrenta a una solicitud de condena de 302 años de cárcel, negó que él transmitiera a sus alumnos que tener relaciones sexuales mejorara el rendimiento deportivo.

El juicio se retomará mañana jueves, día en el que continuará el interrogatorio de Torres Baena por parte de las otras dos acusaciones particulares y las defensas.