Juan Jesús B.M. y Elena S. reconocieron ayer ser los autores del robo violento que sufrió en su domicilio de la parroquia de Meder, en Salvaterra do Miño, una anciana de 77 años el 22 de enero del pasado año y en el que resultó con heridas que precisaron su hospitalización. Durante el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de Pontevedra, Juan Jesús explicó al tribunal que planificó el robo, al confesar que conocía a la víctima puesto que su hija era amiga íntima de la nieta de esta mujer, y reconoció que sabía que a la hora elegida para dar el golpe la septuagenaria estaría sola en casa. Debido a sus dificultades para caminar y a los graves problemas de visión que padece, esta anciana parecía una presa fácil de doblegar tanto para él como para la mujer que lo acompañaba en el robo, Elena S., de nacionalidad rumana.

Juan Jesús esperó en la entrada de la casa mientras Elena llamó a la puerta. Ayer, en el juicio, la acusada reconoció que llevaba una piedra en la mano y que cuando esta septuagenaria abrió la puerta y gritó, la procesada se asustó y le asestó un golpe con la piedra "en la zona de la oreja". Reconoció ante el tribunal que este primer impacto tumbó a la anciana y que, pese a ello, le propinó algún golpe más cuando la víctima se encontraba ya en el suelo. Asegura que en total propinó a esta mujer unos "dos o tres" golpes con la piedra. La misma, o al menos eso parece, que la Guardia Civil encontró después en el suelo de la cocina junto a la víctima y un charco de sangre. Medía entre 25 y 30 centímetros, era de tamaño triangular y tenía un borde en punta, declaró un agente.

Los acusados se apropiaron entonces de varios objetos que luego vendieron en una tienda de artículos de segunda mano. En su declaración, la mujer aseguró que no tenía intención de matar a la anciana y tampoco pensó que las lesiones que le ocasionó con la piedra podrían poner en peligro su vida. De hecho, dijo que la víctima estaba consciente y que incluso la asistió poniendo varias toallas con agua sobre sus heridas.

Sin embargo, tanto el fiscal como la acusación particular consideran que los dos acusados son autores de un delito de homicidio en grado de tentativa además de otro de robo con violencia. Se basan en la declaración realizada por el forense, quien indicó que la vida de esta septuagenaria "sí corrió peligro". Señala que la mujer, de avanzada edad, presentaba cinco traumatismos contusos aunque no sabe precisar el número de golpes que recibió. En cualquier caso, fueron tres series distintas en la zona de la cara, el brazo y el abdomen. Las lesiones de la cara le hacen pensar, además, que por su extensión difícilmente pudieron producirse por un único golpe.

El fiscal solicita para cada acusado una pena de 13 años de prisión, petición que la acusación particular eleva a 15 años de cárcel e indemnizaciones por valor de 60.000 euros. Para la defensa, los hechos deben quedarse en un delito de lesiones y otro de robo y en una pena de 5 años y medio de cárcel.