José García, vigués de 39 años, se enfrenta a 12 años de prisión tras aceptar ayer los cargos de maltrato en el ámbito familiar, allanamiento de morada, incendio y daños que se le imputan por un episodio de malos tratos a su novia ocurrido en febrero de 2011. La fiscal rebajó finalmente la acusación inicial de 21 años por un intento de asesinato, al considerar que no pudo ser demostrada esta intencionalidad. El imputado asumió todos los delitos durante el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Reconoció que el 4 de febrero del año pasado maltrató a su novia en la vivienda de ésta y le prendió fuego a la casa, en la que ella estaba acompañada de una amiga.

Hasta esa fecha, víctima y acusado habían mantenido una relación sentimental de cuatro meses. El día de los hechos, el acusado telefoneó a la víctima para pedirle que le dejase dormir con ella. Al negarse la mujer, él se presentó en su domicilio, situado en la avenida de Galicia, en Vigo, y entró en la casa sin su consentimiento, gracias a que guardaba llaves de la vivienda.

Según el escrito de acusación, que el imputado reconoció, una vez dentro se dirigió al dormitorio de la mujer, donde comenzó a golpearla y la arrastró por el suelo diciéndole "te voy a matar".

Posteriormente, sobre la 1.30 horas del 8 de febrero, el acusado se dirigió nuevamente al domicilio de la víctima, donde rajó las cuatro ruedas de su vehículo, accedió a la planta baja y prendió fuego a muebles y cañas almacenadas. El fuego se propagó rápidamente por la planta baja y tiró las escaleras, encontrándose las dos mujeres, de 41 y 48 años, en el piso superior, las cuales ante la presencia del humo pidieron auxilio desde una ventana.

Un agente de la Policía Local de Vigo, que testificó en la vista oral, explicó cómo las mujeres pedían auxilio desde la planta superior y, a petición de los agentes, les arrojaron las llaves para que pudiesen entrar. A consecuencia de la humareda y de la dificultad del rescate, el propio agente tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro sanitario.

A pesar de que las llamas pusieron en grave peligro la vida de las mujeres que compartían vivienda, la fiscal entendió que la prueba de la alevosía era difícil. La fiscal explicó que una de las mujeres ya falleció y que nunca había declarado, mientras que la otra "es complicado localizarla y no está físicamente en condiciones adecuadas para declarar". Así, en el acuerdo de conformidad alcanzado con el abogado defensor, la fiscal redujo la imputación a delito de incendio (diez años), además de otro año por el delito de maltrato en la modalidad de violencia de género, y un año más por el allanamiento de morada.

A estas penas se suma la orden de alejamiento de la víctima y de comunicarse por cualquier medio con ella durante 19 años, multa de 600 euros por daños morales y de 120 euros por los daños causados en el vehículo, además de la imposición de las costas. Se apreció además la circunstancia agravante de reincidencia en el maltrato.