La policía halló entre las pertenencias de Elisardo una veintena de páginas, escritas a mano, en las que calificaba a los distintos integrantes de su familia de forma despectiva: inútiles, aprovechados... Además de una relación de las propiedades de sus padres y su valoración. También descubrieron que había un plan para matar al taxista.

Los sicarios mataron a Sesita Vecoña de madrugada, pero horas antes, sobre las 6 de la tarde, su hijo fue a buscarles y a exigirles que hicieran el trabajo aquella noche . El propio Elisardo, declararon, vigiló el exterior del hotel. Les dijo que en la habitación 52 dormía su hermano José, y ellos creían que éste era la víctima, no su madre. Un testigo reconoció que Elisardo había propuesto a otros sicarios que asesinaran a su madre, pero se negaron con un: "Nosotros, madres no matamos".