Con Elisardo Alonso, fueron detenidos el taxista Rafael Antonio Velasquez, y los sicarios que ejecutaron a la empresaria gallega, Lezinyer Eduardo Díaz Estrada y Carlos Felipe Aguilera Dalis. Su declaración resultó muy esclarecedora y los tres delataron al autor intelectual del crimen. Los dos pistoleros ingresaron en prisión, pero un año después se fugaron del penal de Yare, durante la visita dominical colándose entre la multitud de visitantes. Sólo uno de ellos volvió a ser arrestado.