El vicealmirante Fernando Zumalacárregui sostuvo ayer que la fragata Extremadura es un buque que navegaba "con seguridad" e insistió en que el accidente que provocó la explosión de una de sus calderas, en el que fallecieron dos marineros, se debió a un fallo en los materiales.

Zumalacárregui prestó ayer declaración en la tercera sesión del juicio oral que desde el lunes se celebra en el juzgado militar territorial número cuatro de A Coruña para depurar responsabilidades en el siniestro de la fragata que sufrió el accidente cuando se encontraba atracada en el Arsenal Militar de Ferrol.

El vicealmirante, que dirigió la investigación de la Armada para determinar cuáles fueron las causas del accidente, declaró que este buque había superado todas las revisiones de mantenimiento antes del siniestro.

Ayer también prestó declaración el exalmirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Sebastián Zaragoza, quién afirmó que la navegación a bordo de este buque era "segura". Los hechos que se juzgan se remontan a la madrugada del 19 de diciembre del 2005, cuando una explosión en la sala de calderas de popa del buque se cobró la vida de dos marineros de 20 y 28 años, Erik Noval y Francisco Pérez, que estaban de guardia.