Un hombre degolló a sus cuatro hijos (dos niños y dos niñas) en la capital mauritana porque, según confesó, solo así podía evitar los gastos de la fiesta del fin de ramadán, prevista este fin de semana.

El drama ocurrió en Arafat, un humilde barrio del sur de la ciudad, donde vive la familia. El asesino, un enfermero con agudos problemas psíquicos, aprovechó la breve ausencia de su esposa para matar a sus hijos, y al regreso de esta última, le dijo: "Te he librado de los gastos de ropa para los niños", en referencia a la tradición musulmana de comprar prendas nuevas a los menores en esta festividad.