Una coordinadora de Iberia, Raquel Miguélez, de 40 años, falleció ayer atropellada junto al aparcamiento de empleados de la T-4 de Barajas, donde un coche ocupado por varias personas embistió su vehículo de alta gama, un Porsche Cayenne. Cuando la víctima salió de su todoterreno con los papeles del seguro para rellenar el parte, uno de los ladrones acabó robándole el vehículo y a continuación la arrolló. La mujer quedó malherida y falleció poco después. La víctima era natural de Madrid.

A última hora, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, informó de la detención de una persona en relación con el caso que investiga la Policía Nacional. El vehículo de la fallecida, además, fue recuperado en la capital. Una cámara de seguridad ubicada en la rotonda ante la cual sucedieron los hechos grabó todo lo ocurrido.

El suceso tuvo lugar sobre las 07.00 horas en la rotonda de acceso al aparcamiento de empleados de la T-4, a varios cientos de metros de la terminal. Es un nudo de carreteras secundarias, rodeado de descampados, por el que solo suelen transitar los taxistas o los trabajadores del aeropuerto, ya que los conductores que van a Paracuellos o Barajas utilizan la autovía A-2.

Raquel Miguélez fue embestida por un Seat Toledo ocupado por varias personas cuando trazaba en su automóvil la rotonda para dirigirse al aparcamiento. Del otro automóvil bajó un hombre con gorra que primero habló con ella y comenzó a cumplimentar el parte. Pero a continuación, se produjo un forcejeo en el que el hombre le quitó las llaves a la mujer, entrando en el Porsche Cayenne, según se pudo comprobar en las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad. La empleada de Iberia se aferró a la zona de la ventanilla del conductor, aparentemente para evitar el robo del coche, y "el impulso del arranque de este la tiró delante del vehículo", tras lo que fue arrollada por el mismo.

El lugar en el que ocurrió el suceso suele tener mucho tráfico a primera hora de la mañana, ya que forma parte de los viales de la denominada zona de servicios de la T-4. Por ello, Sergio García, un taxista, vio a una mujer y a un hombre con gorra cumplimentar los papeles tras el alcance. El testigo relató que minutos después, cuando había estacionado su taxi, escuchó a la mujer gritar "socorro" y salió corriendo junto a otros compañeros, encontrando a la víctima en el suelo.

Raquel Miguélez trabajaba en Iberia desde hace 20 años y era coordinadora. Trabajaba en las pistas. Su fallecimiento fue acogido con pesar por sus compañeros, que la calificaron de "bellísima persona". Muchos estaban en estado de shock. El marido de la fallecida -comandante del Ejército-, su padre y su hermano acudieron al lugar, donde fueron atendidos por psicólogos. La víctima, que cuando llegaron los sanitarios estaba en parada cardiorrespiratoria, presentaba un golpe en la nariz, otro en la parte posterior de la cabeza y fracturas en las costillas.