Cinco integrantes de una banda rumana itinerante especializada en cometer robos en bares y establecimientos comerciales de distintas comunidades autónomas fueron detenidos por la Guardia Civil de Pontevedra, que les seguía la pista desde hace meses. En principio no ha trascendido el número de casos que se les imputan, si bien todo apunta a que se trata de un grupo organizado que ya habría delinquido en ocasiones anteriores en Galicia.

La red, a la que se atribuyen numerosos robos con fuerza en distintas localidades gallegas, especialmente en la provincia de Pontevedra y Ourense, seleccionaba los establecimientos y los sometía a vigilancia. Generalmente actuaban de madrugada, cuando no había nadie en el interior del local.

La forma de operar siempre era similar: tras forzar el acceso a la cafetería inutilizan el sistema de alarma en caso de que exista y se hacen con la recaudación de las cajas registradoras y de las máquinas tragaperras. En cada viaje suelen dar varios golpes antes de regresar a sus domicilios, fuera de Galicia, para dificultar su identificación.

Un equipo especializado de la unidad de Patrimonio de la Guardia Civil detectó al grupo en una visita anterior con ocasión de una oleada de robos en establecimientos hosteleros. La investigación abierta permitió la identificación de algunos de sus integrantes.

Hace unos días los agentes sospecharon que preparaban un nuevo viaje a la provincia de Pontevedra y se montó un operativo para su localización y arresto. Las fuerzas de seguridad seguían los pasos a los integrantes de la red rumana cuando entraron en Galicia y buscaron alojamiento en distintos hostales. El grupo habría tenido ocasión de cometer un robo en Mos antes de ser desarticulado. También serían sospechosos de algunos casos registrados en las comarcas de Deza y Tabeirós.

Los cinco detenidos se encontraban anoche en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra a la espera de pasar a disposición del juez Xermán Varela, titular del Juzgado de Instrucción número 2 que se ha hecho cargo de la instrucción.

Inicialmente el magistrado pontevedrés asumirá las distintas diligencias de los numerosos delitos que se imputan al grupo, si bien más adelante podría inhibirse y desgajar algunas causas de la instrucción en favor de las distintas demarcaciones judiciales en las que ocurrieron los robos, que pasarían a juzgarse de forma separada en la localidad donde se cometieron.

Por otra parte, la Guardia Civil investiga el intento de robo en una nave industrial del polígono empresarial de As Gándaras en O Porriño. En la madrugada del pasado día 1, autores desconocidos accedieron a la zona de oficinas tras forzar la ventana de uno de los despachos y romper el cristal de otra. Ya dentro de la nave industrial rociaron con espuma de poliuretano el sistema de alarma sonora.

En principio, los responsables de la empresa no han detectado el robo de efectos en la nave, pero encontraron abierto el armario donde se encuentra la caja fuerte que, en principio, no tenía señales de haber intentado ser forzada.

Todo apunta a que el intento de robo tuvo lugar sobre las 4 de la madrugada, momento en el que una trabajadora de la empresa recibió la llamada de los responsables del sistema de seguridad advirtiendo de que había sonado la alarma.