La policía holandesa se incautó el pasado martes de ocho toneladas de cocaína, un alijo valorado en unos 500 millones de euros que llegó al puerto de Amberes oculto en un cargamento de plátanos procedentes de Ecuador y destinados al zoo de Rotterdam. De momento hay cinco detenidos, incluido un guardia aduanero de 31 años cuyo alto tren de vida seguían las fuerzas antidroga desde que viajó en jet privado a una prueba de Fórmula Uno. También han caído el conductor belga del camión que trasladó la droga a la zona industrial de Rotterdam, y cuatro holandeses que iban a descargarla. El alijo es uno de los mayores intervenidos en Europa, y estaba repartido en 6.895 paquetes.

Según el informe de Naciones Unidas sobre la droga del pasado año, Europa es el segundo mercado mundial para la cocaína.

En 2006 se decomisó en Europa un total récord de 121 toneladas de droga, pero luego esta cifra cayó a 57 toneladas en 2009. España es una de las principales puertas de ingreso de esta droga generalmente producida en América Latina.