El empresario Gao Ping, supuesto líder de la trama china dedicada al blanqueo y evasión de capitales, tenía pensado regresar a China a finales de año, lo que, junto a la cantidad de información recabada en la operación Emperador, propició que se practicaran las detenciones. Según la Fiscalía, se decidió detener a las casi cien personas supuestamente implicadas en la trama por varios motivos, entre ellos que el supuesto cabecilla tenía pensado regresar a China antes de que acabara este año. Al parecer, Gao Ping no había comunicado su intención a su mujer, Lizhem Yang, quien sin embargo es una pieza "nada accesoria", sino "importante" en el entramado. Por el momento fueron detenidas 87 personas y se intervinieron 11,6 millones en efectivo.

Otro de los motivos para activar la operación es la sospecha de que la red iba a extender sus actividades a Portugal, lo que se sumó a la magnitud de las informaciones.