Marisol Aller, la mujer de 63 años muerta en el municipio coruñés de Narón presuntamente a manos de su marido, Arturo López, de 73, que apareció ahorcado en un alpendre de la misma vivienda, se habían denunciado por insultos y malos tratos respectivamente hasta en tres ocasiones desde el mes de julio, aunque ella no quiso ratificar la orden de protección.

En el juicio de faltas en que derivó una de las denuncias, fueron absueltos los dos. Siempre era él quien llamaba a la policía por insultos y porque ella le cambió la cerradura de la casa. Marisol denunció entonces amenazas de muerte hacia ella y su hijo, por lo que fue detenido.

El matrimonio estaba en trámites de separación y compartía la misma vivienda en la zona de A Revolta, en la parroquia de Sedes. La policía sospecha que el hombre mató a la mujer, que habría muerto intoxicada por el humo de un incendio que pudo causar su marido con una explosión de gas a tenor del resultado inicial de la autopsia, que no es concluyente. Después, Arturo se suicidó. En trámites de divorcio, la mujer residía en la parte principal de la casa ferrolana y su marido, en segundas nupcias, en una bodega anexa.