Hace un año la red del narcosubmarino artesanal construido para introducir un alijo de cocaína en Galicia, que fue abandonado con los motores en marcha en la ría de Vigo en 2006, se libraba de ir a prisión al ser condenados por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra a penas de dos años de cárcel. Pero esta situación acaba de dar un giro.

El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia en la que eleva las penas a los seis narcotraficantes. Excepto en el caso de uno al que se le imponen dos años y tres meses de cárcel, el resto han sido sentenciados a entre tres años y tres años y nueve meses. Una cuestión nada baladí, ya que ahora sí supondría el ingreso en prisión. Y es que el Alto Tribunal estima de forma íntegra el recurso presentado por la Fiscalía y dictamina que sí son de aplicación las dos agravantes que había rechazado la Audiencia gallega: la hiperagravante del uso de buque, al considerar que a efectos penales el batiscafo sí tiene esta condición, y la de grupo organizado.

La Audiencia había condenado a entre dos años y dos años y tres meses a los seis acusados por delito de conspiración para la comisión de un delito contra la salud pública en cantidad de notoria importancia. Y ahora el Supremo eleva notablemente las penas: impone tres años y nueve meses de cárcel a Francisco Omil y Tomás Bengoechea; tres años y seis meses de prisión para Juan Serrano y Manuel Clemente; tres años para José Luis Iglesias y dos años y tres meses para Juan Manuel González. Todos han sido sentenciados como autores de un delito contra la salud pública de drogas, de extrema gravedad y en organización criminal. Una de las claves de esta sentencia es la argumentación sobre la aplicación de la hiperagravante del Código Penal cuando se usen "buques o aeronaves" como medio de transporte específico. La Audiencia estimaba que el submarino, por carecer de cubierta, no se ajustaba a la definición de buque. Pero el Supremo comparte la "censura" de la Fiscalía a esta argumentación y estima que, aunque se trata de un sumergible, tiene capacidad para efectuar "grandes travesías" y "transportes importantes de droga", ya que llevaba 4.650 litros de gasoil cuando fue localizado en la ría y tiene además "propulsión propia" que le capacita para realizar este tipo de viajes.