La juez de Almería envió ayer a prisión a los dos detenidos por el secuestro y muerte de Miriam, un bebé de 16 meses. Les imputa un delito de asesinato y otro de detención ilegal en el caso del autor del rapto. Ambos detenidos, Jonathan Moya, de 25 años, autor confeso del asesinato, y su amigo Raúl R. F., de la misma edad, se acogieron a su derecho a no declarar. Familiares de Raúl, portero de discoteca, explicaron que una noche de copas Jonathan le ofreció "un trabajo por 50.000 euros" y le habló del secuestro de una niña, si bien añadieron que no le tomó en serio. Parientes de la víctima han señalado que Jonathan engatusó a toda la familia, con la que convivió un mes. Y añadieron que el homicida quería vender a la pequeña para pagar su adicción a la cocaína. Cientos de personas dieron ayer en Huelva su último adiós a la pequeña.