Una fuerte racha de viento, que técnicos y testigos identifican como un tornado, barrió a primera hora de la mañana de ayer el litoral urbano de Cangas desde Areamilla hasta Rodeira y causó importantes destrozos materiales. Los más importantes afectaron a la nave de deportes náuticos ubicada en la dársena, donde el vendaval arrancó unos mil metros cuadrados de chapa metálica de la cubierta y empotró las planchas contra embarcaciones amarradas en los pantalanes para mayor eslora del Club Náutico Rodeira. Una treintena de yates sufrieron daños, varios de ellos la rotura del mástil, perforaciones en el casco y pérdida de equipos de comunicaciones. En el interior de la nave también se produjeron desperfectos por el viento, y la caída de chapas y entrada de lluvia por los huecos abiertos en la techumbre obligó a desalojarla.

"Fue una racha de un minuto, de sobra para llevar todo por delante", relata Eugenia, una vecina del frente marítimo que vivió con miedo esos momentos. Iban a ser las seis y media de la mañana, como comprobaron también varios agentes de la Policía Local, que a esa hora tienen cambio de turno. Los funcionarios sintieron un estruendo, por la llegada del frente, y varias chapas del tejado del consistorio salieron volando, al igual que algunas uralitas del almacén de la conservera Lago Paganini que sobrevivió al incendio de las pasadas navidades en Ojea. No les dio tiempo a cuantificar los daños, porque de inmediato recibieron las primeras llamadas alertando de la desfeita en el Náutico.

Aunque los daños en la dársena son los más cuantiosos y llamativos, la fuerte racha de viento dejó muescas en más lugares. El tejado levantado de una cooperativa de viviendas, un árbol caído sobre el tejado de una casa en la bajada a Areamilla, tejas desprendidas en viviendas de la calle Pepe Simón, un balcón arrancado en la urbanización Mar de Pedra, un muro y un poste eléctrico derrumbados, farolas caídas en varios puntos y tejas levantadas en la calle Atranco son algunas de las incidencias registradas por Protección Civil, aunque hay otros casos que no le fueron comunicados por los afectados.

Las consecuencias y los testimonios hacen pensar a técnicos de MeteoGalicia que se trate de un tornado, aunque carecen de muestras para corroborarlo.

Por sus características se trataría de un fenómeno formado en el mar, que registraría vientos sostenidos de entre 130 y 150 kilómetros por hora y que se deshizo poco después de tocar tierra, apenas dos kilómetros desde la costa de Darbo hasta Coiro.