La defensa del padre que supuestamente decapitó a su hija de 18 meses en noviembre de 2011 mantiene en su escrito de calificación que su cliente sufrió un brote psicótico que le provocó un trastorno mental transitorio en el momento de los hechos.

El abogado que representa a Marcelo R., colombiano de 36 años, admite el asesinato, pero reclama una circunstancia eximente completa de enajenación mental.

Además, el escrito mantiene que el imputado se encontraba bajo los efectos del alcohol y que eso, junto al brote psicótico, hizo que tuviera sus facultades cognitivas y volitivas totalmente anuladas.

El letrado, que se basa en las conclusiones a las que han llegado los peritos psiquiátricos que han visitado al acusado por parte de la defensa, mantiene que su cliente creía que actuaba por orden del diablo y que si finalmente la Audiencia le condena debería ingresar en un centro para enfermos mentales.