El matrimonio acusado de la muerte de su hija y de un exempleado en la parroquia lalinense de Barcia en el año 2010 declaró ayer por separado en los juzgados de Lalín. José Mouriño reiteró su inocencia mientras que su esposa, Carmen Reboredo, se autoinculpó como única autora de los hechos.

La pareja, imputada por el asesinato de su hija, Sonia Reboredo, y del extrabajador de su granja Amador Vázquez, llegó un cuarto de hora antes de las 10.00 a los juzgados de la capital del Deza para prestar declaración ante la juez, una vez que la defensa de Carmen Reboredo insiste en que en su primera declaración -en la que también se había autoinculpado- se hizo ante la Guardia Civil y no delante de la autoridad judicial.

El abogado de Reboredo explica que ésta padecía el síndrome del "cuidador quemado", una vez que la esposa del empresario de Barcia se encargaba también del cuidado de su madre y de un hermano, que cuando sucedieron los hechos -29 de octubre de 2010- tenían 89 y 56 años respectivamente. Los abogados de los imputados, que pasaron un año y medio en prisión, insisten en que esta declaración era fundamental para esclarecer los hechos, una vez que tanto a Reboredo como a Mouriño no se habían garantizado los principios fundamentales de defensa.

Por tanto, el testimonio de Carmen Reboredo no varía con respecto al realizado ante la Benemérita. Es decir, mantiene que fue ella la que supuestamente golpeó a su hija Sonia en la cabeza mientras dormía, ocasionándole la muerte y posteriormente tomó la decisión de incendiar la vivienda, motivo por el que falleció Amador Vázquez.

No obstante, el Ministerio fiscal considera a ambos autores de unos hechos que el bufete de abogados que lleva a los imputados espera que pueda esclarecerse cuanto antes. "Todo apunta que esto irá para largo, máxime cuando la anterior jueza confundió el nombre de los recursos", afirman, insistiendo que ese fue el motivo principal de indefensión de sus clientes.

Mientras, José Mouriño dijo a la juez que se encontraba durmiendo y no se enteró de nada "hasta que los hechos estaban materializados"; es decir, traslada todas las responsabilidades penales -incluidas las de intento de homicidio a su madre y hermano- a su esposa Carmen. "Pensamos que quedó clara la inocencia de Mouriño y al menos en este caso la jueza fue rigurosa y garantizó los derechos a los imputados", señala el portavoz del bufete que lleva la defensa del matrimonio lalinense, que está en libertad provisional desde marzo del año pasado.

Tanto Mouriño como Reboredo prestaron declaración por espacio de una hora y media cada uno. La pareja llegó a O Regueiriño de la mano y abandonaron el recinto pasadas las 13.30 horas. El juicio, para el que no existe fecha, podría retrasarse mucho, aunque inicialmente se barajaba que fuese durante este año. Las defensas presentaron recientemente un recurso ante la Corte Europea de Derechos Humanos. La decisión puede retrasar más si cabe la celebración del juicio, pero los abogados tomaron esta decisión para asegurar a sus clientes unas garantías procesales que, entienden, no tienen con la instrucción practicada por la jueza que llevó el caso inicialmente