El procesado José V.C. como presunto autor de los disparos que acabaron con la vida de un guardia civil e hirieron a otro durante un atraco en A Cañiza (Pontevedra) en agosto del 2010, ha declarado este lunes en el juicio que su arma se disparó "accidentalmente, durante el forcejeo".

"Si le quisiera matar le hubiera disparado cuando tenía el cañón apoyado en su cabeza", ha explicado al tribunal el atracador acusado de matar al guardia.

El acusado, alias 'Pepiño', se sentó este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia provincial de Pontevedra junto a los otros dos miembros de la banda, José Angel M.M., alias 'El Peque' y Fernando C..

Los tres admitieron que estaban compinchados para apoderarse del dinero de la caja de seguridad de la sucursal de la entidad bancaria Caixa Galicia en A Cañiza, que por aquellos días celebraba la Fiesta del Jamón.

El método empleado sería un butrón practicado desde el edificio colindante. Según explicó José V., el agujero se hizo en la tarde anterior al suceso. El plan era que Fernando vigilase en la calle desde su coche mientras que 'Pepiño' y el 'Peque' entrarían en la sucursal a primera hora, amordazarían a los empleados según fuesen llegando hasta amenazar con la pistola al director de la sucursal para que les entregase su botín.

Según lo previsto

Según relataron, las cosas seguían según lo previsto. Con el butrón hecho, 'Pepiño' y 'Peque' llegaron incluso a participar de la Fiesta del Jamón, consumiendo además "cocaína, heroína y alcohol", según relataron al tribunal. A las seis de la mañana volvieron a la sucursal, y antes José V. se tomó "un trankimazín".

Sin embargo los planes se truncaron al meter las bolsas en el banco, ya que éstas hicieron saltar la alarma silenciosa alertando a la Guardia Civil que desde O Covelo llegó al lugar de los hechos.

Al ser descubiertos, 'Pepiño' le dijo al agente que les dejase marchar "que aquí no pasaba nada". José V. precisó que dio un paso adelante y que el otro guardia le disparó, alcanzándole en el cuello, según la versión de este acusado: "Sentí que me querían matar y que iba a morir".

También aseguró el acusado que "escuchó" como el arma se encasquilló, en ese instante 'Pepiño' sacó su pistola y encañonó a la víctima en la cabeza, momento en el que otro agente le agarró por el cuello arrastrándole hacia el interior.

"Se inició entonces un forcejeo", durante el cual se produjeron los disparos que terminaron con la vida del guardia civil Jorge Piñeiro. "Estaba todo muy oscuro. Durante el forcejeo se produjeron disparos sin que yo haya apretado el gatillo", repitió José V.. Los disparos alcanzaron al agente Jorge Piñeiro en el pulmón, el corazón y el hígado.

Sin contestar

Los otros acusados se negaron a contestar a las preguntas de las acusaciones. No obstante, 'El Peque' respondiendo a su abogada dijo que nunca vio a su compañero apretar el gatillo, ya que huyó del lugar a la carrera.

El fiscal jefe de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, solicita penas que suman 25 años de prisión, para José V.C., acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa, además de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa y tenencia ilegal de amas. 'El Peque' se enfrenta a cinco años de cárcel por intento de robo y tenencia ilegal de armas. La misma pena que se pide para Fernando C., encargado de la vigilancia exterior de la sucursal mientras sus compañeros abrían el butrón.

Durante la primera sesión del juicio también declaró la viuda del guardia civil tiroteado, que explicó al tribunal que están recibiendo "tratamiento médico" a raíz del suceso, concretamente tanto ella como sus tres hijos participan en "terapia familiar".

En concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía solicita que José V. indemnice a la viuda del agente fallecido en 108.846 euros y a cada uno de los tres hijos menores del matrimonio con 45.352 euros.

Seguimiento

En la vista, el capitán jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra explicó que la UDEV de la Policía Nacional estaba haciendo un seguimiento de los tres acusados y sabían que estaban planeando un golpe pero que no fueron notificados hasta que se produjo el atraco.

El juicio seguirá el próximo miércoles en la Audiencia Provincial de Pontevedra que este lunes contaba con fuertes medidas de seguridad.