La red dedicada a la explotación sexual de mujeres brasileñas y venezolanas desmantelada en Galicia había constituido un complejo entramado de sociedades instrumentales para facturar los beneficios sin levantar sospechas y enviarlos a Brasil. Contaba con bienes valorados en tres millones de euros.

Diez personas han sido detenidas, seis en Ourense y Pontevedra; y otras cuatro en Brasil. En la investigación han intervenido la Policía Nacional y la Federal de Brasil y ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción Número 1 de Vigo, que ha decretado el secreto de sumario y el ingreso en prisión de tres de ellas.