Agentes de la Policía Nacional desarticularon en Barcelona un clan familiar de origen rumano formado por cuatro personas acusadas de explotar sexualmente a mujeres de su misma nacionalidad, que en ocasiones eran captadas y obligadas a prostituirse cuando eran menores de edad. Los detenidos son una madre y su hijo, que ya han ingresado en prisión, y otros dos familiares, que se dedicaban a buscar a jóvenes en Rumanía, a las que confinaron en un piso de Barcelona para obligarlas, bajo amenazas y coacciones, a dedicarse a la prostitución.

La investigación se inició cuando una ciudadana rumana denunció la situación ante las fuerzas de seguridad.