Un mafioso condenado por pertenecer a la Camorra, Luciano Aviello, aseguró ayer en Florencia que Amanda Knox y su exnovio Raffaelle Sollecito son inocentes del asesinato de la joven británica Meredith Kercher, que apareció muerta en 2007 en el piso que compartía con Knox en Perugia.

Amanda Knox y su exnovio están siendo juzgados por segunda vez, después de que el Tribunal Supremo italiano anulase en marzo de este año su absolución y ordenase repetir el proceso judicial.

Aviello, quien compartió prisión con el novio de Knox, declaró en el nuevo juicio que su hermano Antonio mató de 47 puñaladas a la estudiante británica al intentar robar en su casa.

Aviello ya había realizado esta misma declaración en el primer juicio celebrado hace dos años, que había concluido con la absolución de Amanda Knox y su exnovio Raffaelle Sollecito.

El mafioso de la Camorra reiteró que su hermano, ahora muerto -por lo que esta incriminación carece de consecuencias penales para el supuesto criminal ahora denunciado-, le pidió que escondiera un cuchillo manchado de sangre. Esta supuesta prueba estaría enterrada en el jardín de una casa.

Luciano Aviello escribió al tribunal tres veces durante la investigación del asesinato y el primer juicio, pero su aportación fue desestimada por no ser fiable. Francesco Maresca, abogado de la familia de la estudiante británica Meredith Kercher, arrojó dudas sobre el testimonio y aseguró que Luciano Aviello es un "fantasioso con muchos problemas".