El padre Ángel García, que fundó y preside Mensajeros de la Paz, viajó en la noche del viernes a Lampedusa (Italia), ante cuyas costas se hundió un barco con medio millar de inmigrantes ilegales, y ayer sábado pudo unirse al dolor que vive la isla durante estas jornadas. El padre Ángel acudió a Lampedusa para llevar ropa a los niños inmigrantes que están en la isla italiana y también para conocer in situ las necesidades de ayuda humanitaria. "Estoy muy impresionado y compungido. Acabo de salir de la morgue, donde había más de 140 cajas de muertos en el suelo, solo con un número, sin nombre, más seis cajas blancas de niños", afirmó. "En estos momentos no se te ocurre más que rezar y llorar y clamar, como el Papa, que es una vergüenza que en el siglo XXI exista esto. No es solo una vergüenza, sino que alguien tiene que ser responsable de tantas muertes y tenemos que salir a la calle a gritar basta ya de leyes antihumanas contra los inmigrantes", añadió.

El presidente de la organización humanitaria visitó ayer el hangar del aeropuerto en el que yacen los hasta ahora 111 cadáveres recuperados, que serán trasladados a la vecina Sicilia para sepultarlos en distintos municipios insulares. El sacerdote español tiene además previsto saludar a la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, a quien quiere reconocer su "valentía" por haber dado un toque de atención sobre lo que ocurre en la isla italiana con los flujos de inmigración. " Hace falta sentido común, pero sentido común para esta Unión Europea, Premio Nobel de la Paz", comentó. En la UE "pierden tiempo y sesiones y sesiones en hacer leyes, mientras las leyes de los inmigrantes son duras, incluso para penalizar a quienes quieran ayudarles. Es absurdo. Estoy con este Papa valiente, que lo que no han dicho los políticos y los gobernantes, lo ha dicho él. Esto es una vergüenza y hay demasiados sinvergüenzas", dijo.

Las labores de rescate de los fallecidos que aún están en el mar debido no se pudieron reanudar ayer debido a las malas condiciones meteorológicas. Se cree que el número de muertos puede llegar a los 300 y muchos de ellos se encontrarían en el interior del barco.