Apenas un años ha permanecido en libertad Laureano Oubiña. El narco arousano abandonaba la prisión en julio de 2012 tras pasar más de una década entre rejas y cumplir tres penas por tráfico marítimo de grandes alijos de hachís. Ya en libertad, se sentaba en el banquillo por un delito de blanqueo de capitales procedente del tráfico de drogas y la Audiencia Nacional le condenó. Recurrió, pero el Tribunal Supremo acaba de ratificar los cuatro años y siete meses de cárcel que se el impusieron, así como el decomiso de su mansión de A Laxe, en Vilagarcía. Por ello, Oubiña, de 67 años, tendrá que volver a prisión aunque de momento no se sabe cuándo. Ha solicitado la suspensión de la condena ante la Audiencia Nacional alegando que sufre una enfermedad grave, por la que estaría siendo tratado en un centro hospitalario.

El Supremo rechaza todos y cada uno de los argumentos del recurso contra la condena por blanqueo presentado por el abogado de Oubiña y plantea que la sentencia de la Audiencia Nacional "está fundamentada sobre pruebas concluyentes". Así las cosas, se ratifica la pena impuesta hace un año al cambadés, tanto en lo que atañe al tiempo de cárcel (cuatro años y siete meses) como al decomiso de la media docena de parcelas de A Laxe (Vilagarcía) sobre la que Laureano Oubiña y la fallecida Esther Lago edificaron su mansión entre 1998 y 2001.

Lo que no se contempla en el fallo del Alto Tribunal es ningún tipo de medida cautelar para evitar una eventual marcha de España del narco, como la retirada del pasaporte o el establecimiento de vigilancia policial.

Entre tanto, su abogado Joaquín Ruíz Jiménez ha presentado un escrito en la sección cuarta de la Audiencia Nacional -la que condenó a Laureano Oubiña el año pasado- solicitando la suspensión de la condena. Según el escrito, el narco arousano está siendo tratado en un hospital de una enfermedad grave y un informe médico lo avala.

La Audiencia Nacional será por lo tanto la que tenga la última palabra sobre si Laureano Oubiña debe regresar o no a prisión. El arousano, uno de los narcotraficantes más famosos de la Galicia de finales del siglo pasado, dejó la cárcel el 17 de julio de 2012, tras pasar en ella prácticamente los últimos quince años. Estuvo preso en la operación Nécora y en 2000 se dio a la fuga, siendo capturado finalmente en Grecia.

Posteriormente fue condenado por tres operaciones de tráfico de hachís, y se le abrieron dos instrucciones por blanqueo. Los juicios fueron los dos el verano pasado en la Audiencia Nacional, y mientras del primero salió absuelto, tras anular el tribunal las escuchas telefónicas ordenadas en su día por el magistrado Baltasar Garzón, en el segundo no tuvo tanta suerte y tuvo que escuchar la sentencia.

Los jueces le acusaron de blanquear 1,8 millones de euros mediante la construcción de la mansión en la que vivía en A Laxe y la compra de una finca a pie de playa en Sanxenxo.