Dieciocho personas detenidas, seis de ellas en Galicia, y la incautación de una tonelada de cocaína, veinte vehículos de alta gama, un camión y 200.000 euros en efectivo, además de una prensa empaquetadora, una pistola y 50 teléfonos móviles, es el balance provisional de un nuevo golpe asestado por la Guardia Civil a las organizaciones de tráfico marítimo de cocaína en contenedores. La red desmantelada utilizaba los puertos de Valencia y Barcelona tras un intento frustrado en el Puerto de Vigo, donde tres de los detenidos intentaban buscar infraestructuras.

En principio se les imputan dos grandes alijos, uno de 403 kilos procedente de Nicaragua y otro de 318 kilos que llegó desde República Dominicana y que entraron por Barcelona. También se les atribuye otro cargamento de 235 kilos de cocaína que entró en un contenedor por Valencia. La operación, denominada Vitriolo, desarrollada por el Juzgado de Instrucción 1 de Porriño y el fiscal Antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte, ha permitido desarticular una de las tramas más activas de narcotráfico entre Sudamérica y España.

Entre los arrestados figuran dos vecinos de Ponteareas, uno de Pontevedra, otro de A Cañiza, otro de Vigo y, el último, de Cangas. En Barcelona han sido arrestadas diez personas, mientras que en Portugal cayeron dos ciudadanos lusos. Todos los detenidos, excepto los dos portugueses, han declarado ya en el Juzgado de Instrucción 1 de Porriño que ordenó su ingreso en prisión. Todos ellos, excepto los supuestos cabecillas del grupo gallego y del catalán, podrán eludir la cárcel si depositan las fianzas impuestas, que oscilan entre 70.000 y 100. 000 euros.

La imposibilidad del grupo gallego de introducir la droga por la dársena viguesa, les llevó a ponerse en contacto con la rama catalana que contaba con una importante infraestructura en los puertos de Valencia y Barcelona, desde donde trasladaban la cocaína por carretera hasta Galicia para su distribución. De hecho, entre los detenidos en Cataluña figuran dos trabajadores portuarios y un camionero con acceso a los contenedores, que sería el encargado de retirarlos del Puerto.

Las investigaciones comenzaron en marzo del año pasado al detectarse la existencia de un grupo asentado en Barcelona que surtía de cocaína de gran calidad a narcos gallegos. Uno de los transportes por carretera, interceptado el pasado mes de enero en un Audi A-3 en una gasolinera de A Cañiza, destapó a toda la organización. En el vehículo, preparado como caleta, la Guardia Civil intervino 10 kilos de cocaína ocultos en un habitáculo especial y arrestó a F.J.V.G., de 36 años y vecino de Pontevedra, que ingresó en prisión provisional.

Una vez plenamente identificados todos los integrantes de la trama que operaba en Valencia, Cataluña y Vigo, así como las funciones que desempeñaba cada uno de ellos, se procedió a las detenciones. La investigación ha permitido determinar la función de cada uno de los componentes de la red: proveedores de la cocaína asentados en Sudamérica, responsables de la organización en España, camioneros encargados de retirar la droga de los puertos, estibadores colaboradores del grupo y distribuidores de la droga.

La declaración de varios gallegos cerró el martes las declaraciones en el Juzgado de Instrucción 1 de Porriño de los 16 detenidos en España, de los que solo tres quedaron en libertad aunque con comparecencias cautelares. En los próximos días, el juez se inhibirá en favor de la Audiencia Nacional, que se encargará de la instrucción del sumario y de la celebración del juicio.