Saturnino Marcos Cerezo Cancelas, Canceliñas, lleva nueve meses con una orden de búsqueda y captura a sus espaldas por no regresar a la prisión de A Lama tras un permiso penitenciario. Este peligroso delincuente, que el jueves secuestró en compañía de Álvaro Miguel dos Santos Barbosa a un médico jubilado en Portugal al que 24 horas después dejaron libre, debía reincorporarse a la cárcel pontevedresa el 8 de febrero de este 2013 tras disfrutar de una salida de varios días. Pero no lo hizo, incrementando así su largo historial de fugas de penales, que arrancó hace ya más de 20 años y que incluye el quebrantamiento de otro permiso en 2006.

Ahora, tras el rapto del doctor portugués y la amplia escalada de delitos que se le atribuyen en el último mes y medio, un gran despliegue policial trata de darles caza a él y a su compañero. Una labor en el que participan fuerzas de seguridad españolas y lusas. La hipótesis principal con la que trabajaba ayer la Guardia Civil, es que los prófugos se encontrarían en Portugal, donde el domingo, en concreto en Paredes de Coura, de donde es natural el cómplice de Canceliñas, se desplegó un amplio dispositivo de la GNR al denunciar un vecino que los había visto esa tarde.

Las fuerzas de seguridad continuaron ayer por quinto día consecutivo la búsqueda de Canceliñas y su compañero luso, labores que ahora se centran en la localidad de Paredes de Coura, donde se habría visto a ambos fugitivos el domingo por la tarde. La Guardia Civil, que en los últimos días ha desplegado un amplio dispositivo de rastreos en el sur de la provincia pontevedresa y que pidió la colaboración ciudadana a través de Twitter, no descarta ninguna hipótesis y que los delincuentes puedan volver a cruzar la frontera y regresar a España.

A Canceliñas se le atribuye una amplia escalada delictiva en el último mes y medio: al reciente rapto del doctor portugués se unen dos atracos a gasolineras en el Baixo Miño, un tiroteo con una pareja herida por un presunto ajuste de cuentas en Porriño y la sustracción de varios vehículos. Según informó ayer la GNR, el mismo día que él y su cómplice secuestraron a Antonio Veloso también entraron a robar en una casa deshabitada de Paredes de Coura, una de las que fue objeto el domingo del dispositivo en busca de ambos delincuentes.

Sobre el historial de quebrantamientos y de fugas de prisión de Canceliñas -además de no haberse reincorporado en febrero de este año a A Lama tras el permiso penitenciario y de otro quebrantamiento tras otra salida en 2006- hay que remontarse a 1990, cuando en la prisión de A Parda (Pontevedra) se abortó el intento de huida de él y de otro reo. Y sobre todo a 1997 cuando protagonizó la fuga de la cárcel viguesa de la avenida de Madrid con Sánchez Chacón, Rambo. El director de este centro dimitió pocos días después.

Por otra parte, el médico portugués Antonio Veloso acudió ayer, a las 19.30 horas a recoger a la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra su Mercedes en el que circulaba cuando el jueves fue víctima del secuestro a las puertas de un supermercado en Valdevez, en el norte de Portugal. El coche fue encontrado abandonado en la noche del pasado domingo en una urbanización a las afueras de la localidad pontevedresa de Redondela.

El médico luso llegó a la comandancia en un vehículo conducido por otra persona y permaneció allí una hora y media para facilitar a los investigadores más detalles. A la salida ya conducía su propio vehículo de alta gama y valorado en más de 100.000 euros.

"Quiero dar las gracias a la Guardia Civil porque fui tratado como una persona muy digna. Gracias a la Guardia Civil y a España", aseguró Veloso, quien sin embargo rehuyó dar explicaciones sobre cómo ocurrió el secuestro. Preguntado sobre si había temido por su vida la víctima se limitó a negarlo y rechazó también que los presuntos captores se hubiesen mostrado violentos o agresivos durante su cautiverio. "No me trataron mal, pero de eso no tengo nada que hablar", señaló.