Una semana después del secuestro del médico jubilado luso que motivó un espectacular dispositivo policial de búsqueda en todo el sur de la provincia de Pontevedra y también al otro lado de la frontera, la Guardia Civil ya tiene en sus calabozos de la Comandancia de Pontevedra a uno de los dos fugitivos que motivaron este despliegue: Álvaro Miguel dos Santos Barbosa, un portugués de 32 años que vivió en Salceda de Caselas. Mientras sigue la búsqueda del peligroso Saturnino Marcos Cerezo Cancelas, Canceliñas, su cómplice caía minutos antes de las nueve de la mañana de ayer en Vigo, en la calle Jacinto Benavente, próxima al puerto.

Agentes de la Guardia Civil en vehículos de alta gama camuflados lo seguían discretamente desde Tui y lo interceptaron al volante del Ford Fiesta de su madre. Viajaba solo, no iba armado y no opuso resistencia. El arrestado pasa hoy a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de O Porriño: en esta localidad fue donde se produjo el tiroteo a una pareja, al que siguieron dos atracos en gasolineras de Baixo Miño y, ya el jueves pasado, la escalada de robos de vehículos en Portugal que culiminó con el secuestro del doctor en su Mercedes de alta gama.

Mientras se continúa a la caza de Canceliñas, de 45 años y el más peligroso con medio centenar de atracos y robos a sus espaldas y un historial de fugas de prisión, con vigilancias en zonas donde se cree que "puede estar", su compinche portugués, que no tiene antecedentes pero sí problemas de toxicomanía, deberá rendir hoy cuentas en el juzgado. En su caso, fue la vigilancia la que dio resultado. La Guardia Civil tenía vigilado desde hace días el turismo de su madre aunque ésta no tenía carné y el vehículo siempre lo usaba su hijo.