Saturnino Marcos Cerezo Cancelas, Canceliñas, volvió ayer a la prisión pontevedresa de A Lama tras tener en vilo a las fuerzas de seguridad de España y Portugal durante 21 días. El fugitivo más buscado de la raia pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Porriño, cuya titular decretó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza imputándole la autoría de diez delitos, entre ellos el secuestro junto a su compinche luso Álvaro Miguel dos Santos del médico portugués Antonio Veloso. Canceliñas se encuentra así de nuevo en la cárcel a la que no había regresado hace nueve meses tras disfrutar de un permiso penitenciario: lo hace tras ser detenido el pasado jueves en Redondela por la Policía Nacional cuando caminaba solo y desarmado por la carretera N-550, a su paso por el barrio de O Coto, en Cesantes. Un veterano agente de paisano de la comisaría redondelana se cruzó con él, lo reconoció y pidió refuerzos, poniendo así fin a esta famosa huida.

Canceliñas llegó a los juzgados tras pasar la noche en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, donde el día anterior se había acogido a su derecho a no declarar. Ante la juez instructora sí lo hizo, pero solo a preguntas de su abogado, el penalista Guillermo Presa, por lo que la comparecencia no duró más de veinte minutos. El letrado de este histórico atracador ya ha evidenciado cuál será una de las líneas de defensa. Y ésta se encuentra directamente relacionada con la adicción a la heroína del delincuente, algo que ya le viene de antiguo: alegó ante la magistrada "drogadicción", una circunstancia atenuante de la responsabilidad criminal. El abogado señaló que encontró a su cliente bajo los efectos del "síndrome de abstinencia", remarcando que precisó atención médica tras su arresto, y que en prisión recibirá tratamiento.

La magistrada atribuye a Canceliñas los delitos de robo con violencia en casa habitada y uso de arma en grado de tentativa, lesiones con arma, robo de uso de vehículo, tenencia ilícita de armas, detención ilegal, tres de robo con intimidación y un delito de quebrantamiento de condena.